Insistiendo en que así “molan más” y parecen “como de carreras”, los ingenieros aeronáuticos han reconocido esta mañana en una rueda de prensa que las alas, alerones, timones y otros componentes añadidos al fuselaje principal del avión no tienen utilidad alguna y solo están instalados “para fardar”.
“Le proporcionan al avión un aspecto de vehículo de competición que hace que parezca rápido y da mucha confianza tanto al piloto como a los pasajeros, que así creen que todo funciona mejor, como cuando subes a un coche que tiene alerones o a una moto que hace mucho ruido”, admite Jeremy Trolley, un ingeniero aeronáutico de Boeing.
“Va ahí… fiuuuu, súper rápido, y con los alerones es como más… raca, raca, fuuushhhhhhhjjjjjjjjjjjjjaaaaaaaauuuuuuu, iiiiiiii. Vaya, con ese aspecto el avión parece menos un autobús de mierda que al final es lo que es, y da bajón”, dice Trolley, que reconoce también que los motores de los aviones están trucados para hacer más ruido “y que la peña sepa que estás pasando tú por ahí y se te quede mirando”.
Los ingenieros aeronáuticos han explicado que los aviones tampoco precisan de dos motores porque “lo normal y razonable de toda la vida es usar un único motor”. Pese a todo, han señalado que están desarrollando unas pegatinas con lenguas de fuego, la cara de un león rugiendo y la expresión “TURBO-PRO” en mayúsculas y cursiva que harán que los aviones parezcan aún más rápidos y profesionales.