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Los actores de teatro lamentan que la única persona que va a verles se distraiga mirando el móvil

LA PROFESIÓN PIDE A ANTONIO QUE DESCONECTE EL TELÉFONO

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La relación entre los actores de teatro y Antonio Zamora, su espectador, pasa por momentos tensos. Especialmente desde que este aficionado al teatro va a todas partes con el teléfono móvil que le regalaron sus nietos. «A veces le suena en medio de la representación y contesta la llamada», protesta la actriz Laura Gómez-Lacueva, que agradece a Antonio que siga yendo al teatro pero le reprocha las confianzas que se toma.

«Sin nuestro público, que es Antonio, no hay teatro. Pero con este tipo de público tampoco se puede trabajar», reconocía la semana pasada Blanca Li, directora de los Teatros del Canal de Madrid. «Hay que hablar con él, decírselo sin que se enfade, porque si se enfada y deja de ir al teatro, estamos listos», agregaba.

La situación se descontroló el pasado fin de semana en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza. Aprovechando que Antonio tiene un primo en la ciudad, se representó «Cinco horas con Mario». Cuando Lola Herrera llevaba media hora de este monólogo de alrededor de dos, la actriz, de 84 años, no pudo más y salió del escenario tras afearle a Antonio el sonido del móvil, que se oyó por más de un minuto. «Lo tuyo es impresentable, Antonio», gritó.

«Es que no sé cómo va lo de ponerlo en silencio», se excusaba Antonio a la salida del teatro. «Maldigo el día en el que te regalaron el trasto ese, de verdad te lo digo, Antoñete», se quejaba Herrera, ya un poco más tranquila y admitiendo que «Antonio es de la familia, pero como pasa en todas las familias a veces nos sacamos de quicio».

El español que va al teatro ha pedido disculpas esta mañana y ha prometido tener más cuidado con el teléfono. Para excusarse ha revelado que se está quedando sordo y no nota que el teléfono suena hasta que percibe su vibración. Reconoce también que hace años que no oye a los actores, pero dice que las butacas siguen siendo «muy cómodas, por lo general».

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