Aunque han pasado ya dieciséis años de su controvertido incidente en el entretiempo de la Super Bowl, la cantante Janet Jackson confesó ayer que cada año, sin excepción, su pecho derecho asoma cuando presencia las actuaciones, aunque la artista esté en su casa viéndolas por televisión. «El año pasado pasé de ver nada porque es que se vuelve loca la teta», dice. Este año, sin embargo, la mama ha vuelto a traspasar el sostén con el pezón clavado en el televisor. «Es que la noto, noto cómo se revuelve segundos antes», insiste.
“Es que no se lo quiere perder, la verdad. La teta izquierda, en cambio, pasa bastante del tema”, explica la cantante, que agradece que el pecho tenga fijación por un acontecimiento anual «y no lo haga cuando suena cualquier canción en la radio, porque entonces no podría salir de casa».
Asegura la cantante y bailarina que su pecho derecho «muestra todos los síntomas de querer emprender una carrera en solitario, y por eso quiere lucirse, intentando repetir el éxito de 2004», dice refiriéndose al desliz que batió un récord de audiencia y se convirtió en parte de la cultura popular.
Hace pocas semanas, en pleno juicio, el exproductor Harvey Weinstein declaraba también que «mi polla asoma siempre que me pongo una peli de Hollywood, llevo meses viendo mierdas europeas».