71 años después de su fundación, la OMS ha perdido la motivación y, viendo lo mal que está todo, se ha cambiado el nombre a OMG. “La gente está fatal, es que ya no hay nada que hacer”, declara Tedros Adhanom, Director General de la agencia.
El organismo ha dejado de prevenir y hacer recomendaciones sobre salud y hábitos de vida para simplemente llevarse las manos a la cabeza, exclamar con impotencia «Oh My God» y contemplar cómo se destruye todo a su alrededor. “A la peña se le va muchísimo la olla”, lamentan desde la sede en Ginebra. “De esta no salimos, ya da igual todo”, añaden absolutamente superados por los últimos acontecimientos que se han ido sucediendo en el mundo.
El organismo de las Naciones Unidas a partir de ahora se limitará a “flipar con las movidas que hace la gente” y a “esperar que todo acabe pronto”. La mayoría de sus oficinas regionales ya ha echado el cierre porque estaban perdiendo el tiempo. “Recomiendas y recomiendas cosas, pero luego la gente hace lo que le sale de los huevos”, se sinceran desde la OMG. “De verdad que llevamos años flipando mucho con la actitud de la peña”, insisten.
La ONU ya ha anunciado que creará una nueva OMS para ayudar a la OMG a salir del bache, aunque reconoce que será complicado porque “realmente la cosa está muy mal”.