Solo unas semanas después del incidente en el que el Papa Francisco se vio obligado a golpear levemente a una mujer que le cogió del brazo, el Vaticano ha presentado esta mañana la nueva extremidad robótica del pontífice, completamente electrificada. “Si alguien agarra al Papa del brazo, que se prepare porque lo puede enviar al Cielo de una sacudida”, informa el padre Almunia, teólogo de la Santa Sede.
Este nuevo brazo, que Bergoglio se instalará siempre que abandone la basílica de San Pedro, tiene una capacidad de 1000 hostias por minuto, además de ser mucho más preciso que los brazos humanos que hasta ahora usaba el Papa. También dispone de un complemento con mira telescópica que permitirá al Papa repartir hostias con un alcance efectivo de 1300 metros, contando asimismo con un silenciador opcional.
“Dejad, dejad que la cristiandad se acerque a mí, sin miedo, vamos, vamos”, ha dicho el Papa hoy en la misa de 12.