Escenas de pánico y confusión han tenido lugar esta mañana en el palacio de La Zarzuela cuando el nuevo ministro de Consumo, el coordinador federal de Izquierda Unida Alberto Garzón, ha prometido su cargo ante el Rey. «Prometo por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de ministro», ha dicho el político comunista segundos antes de que su guardaespaldas se abalanzara sobre él, tirándolo al suelo. Poco después, los servicios de seguridad han aclarado que «la mirada de Su Majestad se disponía a fulminar al señor Garzón, obligando al escolta a actuar protegiéndolo con su propio cuerpo».
«Yo no he hecho nada», insistía luego Felipe VI mientras Garzón se peinaba con las manos y se apoyaba en la mesa, visiblemente asustado. El guardaespaldas, tras interponerse entre el titular de Consumo y el monarca, reconocía haber notado «una punzante presión en el pecho» debida, según él, a la mirada de Su Majestad. Pese a ello, el profesional se encuentra en buen estado «gracias al chaleco protector» y ha podido seguir desempeñando su labor tras beber un vaso de agua y comprobar que todo estaba bien.
Garzón ha podido prometer el cargo después del sobresalto pero ha abandonado el palacio inmediatamente prometiendo no volver. Pablo Iglesias, por su parte, ha abroncado a su propio escolta por dejarlo a su merced y asegurando que él también ha sido víctima de la durísima mirada de Felipe VI.
«Ya no me dejan ni mirar», lamentaba Su Majestad al término del acto oficial.