Más de un año después de la publicación de su última novela, y a raíz de sus críticas a los asistentes a la gala de los Premios Goya por pedir más ayudas públicas, el Ministerio de Cultura ha decidido dar una subvención a Arturo Pérez-Reverte para que pueda financiar su proyecto de callarse la boca.
En el departamento ministerial saben que se trata de un proyecto que se antoja largo y complicado, pero han querido apoyar al escritor porque consideran que “si finalmente consigue cerrar el pico estará haciendo un gran favor a la cultura de nuestro país”. De momento, el escritor no se ha pronunciado sobre este asunto, lo que muchos ya interpretan como una prueba de que se ha puesto a trabajar duro para alcanzar los objetivos.
Los españoles llevaban años esperando que se acometiera al fin este proyecto de gran envergadura que requiere un enorme esfuerzo económico y de contención. “Más que un gasto público lo consideramos una inversión”, matiza el ministro José Manuel Rodríguez Uribes. El Gobierno confía en que, gracias a su apoyo financiero, Arturo Pérez-Reverte pueda vivir al menos dos años sin necesidad “de abrir la puta boca”.
Con esta, el 90% del total de las subvenciones del Estado ya se emplea exclusivamente en comprar el silencio de los artistas para que no critiquen al Estado en lugar de generar cultura.