El “host” de un Airbnb ilegal de Barcelona ha tenido la amabilidad de dejar varias notas con indicaciones para que sus visitantes se sientan completamente cómodos y sepan cuál es la clave del wifi, cuáles son los mejores restaurantes de la zona y cómo tomarse una pastilla de cianuro por si aparece la policía y se ven entre la espada y la pared, según ha informado la pareja que ha contratado la estancia. “¡Hola! Si viene la policía… ¡Ni una palabra! ¡No nos conoces! Y si te hacen preguntas raras tómate esta pastilla… ¡Disfruta de Barcelona!”, dice la nota que hay en el recibidor, justo al lado de unas pastillas que tienen como fin acabar con la vida de los clientes.
“Así da gusto hacer turismo, porque el trato es mucho más personalizado y nos ha dicho exactamente qué es lo que tenemos que hacer para no informar absolutamente de nada a la policía si vienen haciendo preguntas extrañas sobre quién nos ha alquilado el apartamento”, explica Greta, absolutamente encantada con su experiencia.
Desde Airbnb dicen que ser interrogado por la policía, expulsado de donde te hospedas y quizá incluso tener que dormir en la calle “es la mejor manera de hacer un turismo alternativo y conocer las ciudades que visitas desde la perspectiva que da el crimen, mucho más auténtica y especial”.
El dueño del apartamento de Barcelona también ha dejado un pequeño folio explicando cómo funciona el horno en caso de que los turistas alojados prefieran optar por suicidarse metiendo la cabeza en el electrodoméstico.