En el marco de la Operación Calderón de la Barca, la Guardia Civil ha detenido en la frontera con Marruecos a un hombre que llevaba el ano cargado de sueños. Los perros encargados de detectar ilusiones enseguida empezaron a ladrar al narcotraficante facilitando su detención.
El sospechoso ha pasado a disposición judicial después de haber expulsado entre 15 y 20 sueños en comisaría, según fuentes policiales. El tráfico de sueños ya es la principal causa de delincuencia en España. A día de hoy, en las cárceles españolas hay un 40% de reclusos cumpliendo condena por tráfico ilegal de mercancías oníricas. “Lo único bueno de que te pillen con esto es que, aunque te metan en una celda, la esperanza y la ilusión por el futuro nunca la pierdes”, se sincera un joven que cumple una pena de siete años en Soto del Real.
El detenido por la Guardia Civil se tragó gran cantidad de sueños en Marruecos y después los intentó introducir ilegalmente en España. “Van a buscar los sueños a los países africanos porque allí la gente está más ilusionada, tienen sueños más puros, luego los cortan con los sueños de la gente de aquí y pueden sacar muchos beneficios”, declara un sargento de la benemérita.
Desgraciadamente, por muchas detenciones que haya, los jóvenes siguen optando por arriesgarse a introducir sueños de manera ilegal en España, sin darse cuenta de que el sueño que se tragaron a un lado de la frontera puede haberse convertido en pesadilla al expulsarlo en el otro.