Después de afirmar esta semana que no sabía si en el año 2003 tenía o no el título de arquitecta, la actual líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, ha confesado hoy que tampoco recuerda si ya era facha cuando se afilió a Vox. La noticia ha sentado como un jarro de agua fría en el partido de extrema derecha por mucho que Monasterio haya insistido en que no tiene dudas sobre su fascismo a día de hoy.
Poco después de saltar la polémica a los medios, Iván Espinosa de los Monteros, su marido y miembro también de Vox, ha querido apoyar a Monasterio: «Hay que ver las barbaridades neonazis que soltabas cuando empezabas a salir conmigo», ha escrito esta mañana en la red social Twitter.
El líder de la formación, Santiago Abascal, ha disculpado a su compañera asegurando que «lo de la memoria histórica nunca nos ha importado mucho», queriendo así justificar que Monasterio haya olvidado cuándo se sacó una carrera y cuándo se volvió facha.
De puertas adentro, sin embargo, la decepción recorre las filas de Vox y Abascal se ha comprometido a revisar el historial fascista de los principales dirigentes del partido «en aras de la transparencia».