Uno de los principales riesgos a los que se enfrentan en la actualidad los propietarios e inquilinos de las viviendas españolas es la posibilidad de que estas se conviertan de la noche a la mañana en una sede de una nueva escisión de izquierdas. Da igual el barrio o la ciudad, la probabilidad de que esto ocurra es cada vez mayor. Para tranquilizar a los lectores, nuestros expertos de Idealista han recopilado una serie de señales que te advierten de que tu vivienda se ha convertido en la sede de una nueva formación progresista.
- Alguien ha instalado núcleos irradiadores debajo de cada ventana.
- Las lecturas en voz alta del Manifiesto Comunista no te dejan ver la tele.
- Hay gente discutiendo todo el rato.
- Alguien se ha comido tus flanes argumentando que “los flanes no pueden ser patrimonio exclusivo del 1% más favorecido”.
- Las puertas son giratorias.
- En lugar de camas hay tiendas de campaña.
- Nadie se pone de acuerdo a la hora de decidir qué hacer para cenar.
- Nadie está dispuesto a dejar su silla para que se siente otro.
- Una vez por semana aparece Manuela Carmena con fiambreras de empanadillas.
- Los cuchillos desaparecen constantemente del cajón.
- La casa es de otro pero, como estaba deshabitada, os metisteis dentro.
- Todo el mundo se refiere al baño, que hasta ahora no había sido problemático, como “espacio de integración de sexualidad transversal no normativa”.
- Las mujeres están tan empoderadas que se encargan ellas de las tareas domésticas mientras los hombres ven la tele y toman las decisiones importantes.
- De vez en cuando se presenta Alberto Garzón y pregunta “¿Qué hacéis? ¿Puedo ayudaros?”.