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Inunda el ambulatorio al retirarse el algodón del brazo después de una analítica

LE PIDIERON QUE ESPERARA CINCO MINUTOS PERO SOLO ESPERÓ CUATRO

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Mirta Peleles, una joven madrileña de 29 años, es la responsable de la inundación de sangre que sufrió el ambulatorio de la Seguridad Social de la Calle Toledo, que tuvo lugar cuando la mujer ignoró la advertencia de la enfermera, que le pidió que esperase cinco minutos antes de retirarse el algodón del punto de extracción. Sin embargo, Peleles recibió una notificación de Whatsapp y, pensando que no pasaría nada, soltó el algodón para coger su móvil del interior de su bolso. De inmediato, un torrente sanguíneo manó de la parte interior de su brazo y rápidamente cubrió el suelo del centro de salud, para sorpresa de los médicos, del personal sanitario y administrativo y de los pacientes.

“Empezó la sangre a salir a cholón”, dijo Manuel Santos, un vecino de la zona que no tenía cita pero al que le gusta dar conversación en la sala de espera. “Los millennials no tienen paciencia para nada y pasa lo que pasa”, declaró Aquilina Lucio, que estaba esperando al doctor de familia y tuvo que ser evacuada en canoa hasta la salida principal. En cambio, no todas las impresiones fueron negativas. Roco Suofratelli, estudiante italiano de cine, remarcó que fue como vivir “El Resplandor en tres dimensiones, brutalísimo”. Asimismo, una vez los servicios de emergencia pudieron evacuar a todo el personal y a los pacientes, efectivos de la Cruz Roja se personaron para recuperar la sangre para su programa de donación, usando un colector y un camión cisterna.

Peleles, a pesar de haber sufrido una grave hemorragia, se recupera en el hospital. Allí ha recibido numerosas transfusiones de sangre, pero no se arrepiente porque considera que “de vez en cuando hay que salir de la zona de confort, aunque sea nadando en tu propia sangre”. Fuentes médicas informan de que, tras el accidente, el riego en su zona cerebral quizá sea escaso.

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