A pesar de que el actor Christian Bale aseguró en múltiples ocasiones que no se sometería a más cambios físicos radicales, ha vuelto a llevar su cuerpo al extremo engordando 60.000 kilos y alcanzando casi 25 metros de longitud. ¿El motivo? Protagonizar Dick, la película donde dará vida a Moby Dick, el cetáceo más famoso de la historia de la literatura. El filme está en fase de rodaje y se estrenará en España a finales del año que viene. “No sé por qué he vuelto a hacer esto. Dije que no podría hacerlo de nuevo pero el guión es tan bueno que no pude negarme”, declaró Bale a la agencia Reuters hace unas semanas tras llamar la atención con su descomunal tamaño al pasear por las calles de Los Ángeles.
Esta transformación es la última de una larga lista. En 2004, el actor perdió 30 kilos y redujo hasta límites poco recomendables sus horas de sueño para convertirse en el esquelético protagonista de El maquinista y luego recuperó todos los kilos que había perdido y se musculó para dar vida a Batman. Luego, convirtió su cuerpo en tochos y cemento para interpretar al Pentágono en “Los papeles del Pentágono”, donde no tenía una sola línea de diálogo.
A fin de engordar 60 toneladas para su nuevo proyecto, Bale se ha estado alimentando de pasteles y calamares gigantes. El objetivo del actor es no necesitar “ni un gramo de maquillaje” en la película y no usar dobles para sumergirse durante horas a varios cientos de metros de profundidad, pese a que los médicos le han aconsejado no hacerlo.
“Ooooouuuuuuhhhhh…. iiiiiiiiihhh… Ohhmmmmm”, es todo lo que declara el intérprete estos días, pues durante el rodaje se ha negado a utilizar cualquier lenguaje que no sean los sonidos de alta frecuencia que utiliza mediante la estructura acústica de su cabeza.
El manager del actor ha confirmado que el año que viene Bale se desembarazará de toda su presencia real y se convertirá en una entidad no física porque ha cerrado un acuerdo para una película en la que pondrá únicamente voz en off y su cuerpo no aparecerá en pantalla.
