Desde hace mucho tiempo, los fans de Juego de Tronos y los fans de España se enzarzan en interminables discusiones sobre si los dragones de Daenerys Targaryen son mejores que el avión Falcon de Sánchez y viceversa. Para arrojar luz de una vez por todas a esta polémica cuestión, hemos enviado a uno de nuestros reporteros a Poniente y a La Moncloa. ¿Con cuál se habrá quedado?
Comodidad
En el Falcon, Pedro Sánchez puede ir sentado en un asiento de cuero totalmente protegido de las inclemencias del tiempo mientras se toma algo tranquilamente con su gabinete. En los dragones, Daenerys tiene que ir agarrada al lomo totalmente a merced de los elementos y ataques enemigos.
Utilidad
Los dragones de Daenerys sirven para conquistar Desembarco del Rey. El Falcon de Sánchez sirve para conquistar España.
Seguridad
Los dragones se mueren si les clavan una flecha gigante; por su parte, el Falcon no sentiría ni cosquillas si le lanzasen una flecha.
Emoción
Ir sobre un dragón a toda velocidad mientras reduces a cenizas a ejércitos y ciudades enemigas está muy bien, pero el hecho de ser Pedro Sánchez es otro nivel.
Velocidad
Los dragones de Daenerys no deben de ir a más de 200 kilómetros por hora. El Falcon de Sánchez alcanza esa velocidad incluso en tierra firme.
Consumo
A los dragones hay que darles gran cantidad de piezas de ganado al día. El Falcon te consume solo 283 euros de Madrid al Festival de Benicàssim.
Precio
Para hacerte con los dragones tienes que proteger los huevos, meterte con ellos dentro de un fuego y esperar a tener la suerte de no morir. Para conseguir el Falcon solo tienes que hacer una moción de censura a Mariano Rajoy.
Disponibilidad
Los dragones van muy a su bola y tienen una esperanza de vida de entre cuatro y seis temporadas. El Falcon está absolutamente siempre a tu disposición porque no tiene otra cosa que hacer.
Sostenibilidad
Los aviones contaminan mucho, eso es innegable, pero tres dragones echando fuego por la boca generan una cantidad de CO2 incalculable.
Conclusión
Después de una semana analizando minuciosamente las dos opciones, mi conclusión es que, si Pedro Sánchez hubiera viajado a Poniente con su Falcon, llevaría sentado en el Trono de Hierro desde el segundo capítulo de la primera temporada.