El Gobierno ha anunciado hoy que, hasta que no se le encuentre un sitio definitivo, cada español tendrá que hacerse cargo del cadáver de Francisco Franco durante una semana. “No descartamos que la medida pase a ser permanente y las futuras generaciones de españoles sigan pasándose el cadáver del dictador para siempre”, han reconocido desde La Moncloa.
La comunidad benedictina que custodia la Basílica en la que el dictador está enterrado ha pedido que, si finalmente la medida se lleva a cabo, no se le acueste más tarde de las once y que les dejen ir a visitarlo de vez en cuando.
Muchos españoles han protestado por tener que hacerse cargo del dictador, ya que la mayoría asegura no tener sitio en casa. Otros, por el contrario, se han mostrado encantados con la iniciativa. “A mí, a mí, traédmelo a mí”, ha suplicado Santiago Abascal, que ya estaba trabajando para acoger los restos antes de que el PSOE decidiera cambiarlos de sitio.
Para atajar la polémica, Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, se ha ofrecido a acoger los restos de Franco en su chalet. “Aquí hay sitio de sobra, lo puedo enterrar al lado de la piscina, que no molesta a nadie”, ha declarado.