Después de años recomendando espectáculos musicales, teatro, microteatro, excursiones, restaurantes, museos y zoológicos, la Guía del Ocio reconoce en su edición de esta semana -quizá la última- que el mejor plan para los fines de semana es «tocarse los huevos o el higo en el sofá».
Un largo artículo firmado por la redacción al completo certifica que «ninguna oferta de entretenimiento que podamos recomendar superará un fin de semana entero tumbado en el sofá del salón con una mano en el mando de la tele y otra en los genitales». En un ejercicio de honestidad y autocrítica, la publicación confiesa ser plenamente consciente de que «nuestros ejemplares normalmente sirven como posavasos para la cerveza que uno se toma entre siesta y siesta, o se leen en el váter para sentir compasión por aquellas familias obligadas a ir a absurdos espectáculos de títeres en el Parque del Retiro porque no pueden permitirse un fin de semana entero de tocarse los cojones».
La Guía del Ocio explica que, a partir de ahora, se plantea reseñar únicamente modelos de sofá y de televisor, aunque admite que «pasar un fin de semana mirando muebles es una puta pesadilla», con lo que la mejor opción es «conservar el sofá viejo que ya tiene la forma de tu culo».
A la sorprendente confesión de la Guía del Ocio se le ha sumado la de la revista «Ser Padres», que en su último número recomienda «no ser padres» porque criar bebés es «un puto infierno que acaba con tu vida». Los editores han anunciado que la cabecera pasará a llamarse «No seáis padres» y se dirigirá al público millennial «que aún está a tiempo de salvarse».