Admitiendo que le ha dolido mucho pero que ya no tiene sentido conservarlos, Ana Santos Aramburo, directora de la Biblioteca Nacional de España, ha hecho limpieza y se ha quitado de encima todos los cómics, revistas y publicaciones que la biblioteca adquirió hace veinte años y que ahora parecen “tonterías de una fase adolescente”.
“Estos tebeos me gustaban antes pero ahora estoy a cosas más serias”, ha dicho mientras regalaba incunables a varios niños.
“Voy a sacar las cajas de La Codorniz o la revista Gutiérrez al contenedor y quizá alguien se las quede, pero esto ya no lo quiero ahí dentro porque hace años que no me los leo y de hecho ahora me da un poco de vergüenza el dineral que me gasté en todo esto”, ha dicho en referencia al archivo de Patrimonio Nacional.
Santos también está pensando en deshacerse de varias cajas de apuntes universitarios (de Severo Ochoa y Ramón y Cajal) “que se guardan por cariño pero ahora ya no sirven porque está todo en Google”.