La Dirección General de Tráfico (DGT) ha tomado la decisión de empezar a someter a los perros lazarillo a controles de alcoholemia para preservar la seguridad de los invidentes y también del conjunto de la ciudadanía. A partir de ahora, los perros tendrán que soplar cuando las autoridades se lo requieran y no podrán circular con más de 0,3 gramos de alcohol por litro de sangre.
“Si dan positivo se les inmovilizará y no podrán irse hasta que otro perro lazarillo los guíe a casa”, avisan desde la DGT. La Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) ha aplaudido esta iniciativa confiando en que así los perros lazarillo dejen de llevar a los invidentes al bar constantemente. “Los perros que den negativo serán recompensados con una galletita”, han explicado desde Tráfico.
La medida se produce después de que las autoridades notificaran un importante incremento en el número de invidentes haciendo eses por la calle. “Estos perros son tan inteligentes que son conscientes de su insignificancia respecto al universo, por lo que a menudo se acaban refugiando en el alcohol”, defienden desde la entidad a inimalista PACMA.
Los perros lazarillo que acumulen infracciones irán perdiendo puntos en su carnet de perro lazarillo, pudiendo llegar incluso a quedarse sin licencia. “Los que se queden sin licencia serán relegados a guiar a personas que llevan gafas de sol pero que ven perfectamente”, anuncian desde la DGT.