El líder de los Rolling Stones, el veterano Mick Jagger, ha confesado esta semana en una entrevista publicada en la edición alemana de la revista Playboy que no querría dejar este mundo «sin probar las drogas y hacer un trío». Reconoce también, eso sí, que «el tema de las drogas sigue dándome miedo, no te creas».
Jagger considera que su sentido de la responsabilidad y la obligación de cuidar su voz y su forma física «quizá me han impedido vivir ciertas experiencias». Admite que algunos de sus compañeros se han dejado llevar alguna vez «tomando seis cervezas seguidas», pero él nunca se ha atrevido a ir tan lejos «porque no sé cómo podría reaccionar, aunque lógicamente tengo curiosidad».
«Ojalá pudieras probarlo y volver atrás si no te gusta, ¿no? Me da miedo quedarte enganchado, se oye cada cosa…» comenta el artista, que confiesa con cierta vergüenza que en el colegio esnifó tiza. «Estornudé tanto que casi me mareo, y me dije que nunca más», asegura.
«Mira, yo es ver una jeringa y me pongo malo. Me tuvieron que hacer un análisis de sangre hace unos años y ni bocata ni tonterías, casi me desmayo», asegura Jagger. «Soy muy aprensivo», agrega. Pero al tiempo que expresa sus miedos, también insiste en que «cuando esté en las últimas, no sé, igual me tomo una pastilla de esas que te hacen viajar».
Lo que sí tiene claro el vocalista de los Stones es que nunca se atreverá con la heroína. «La dama blanca la llaman, ¿no? Para mí esto es demasiado, hay gente que se ha quedado lerda», sentencia.