“Sí, está bien” ha respondido Elia González a la pregunta de si el agua estaba bien que le ha hecho su peluquero cuando le ha escaldado la cabeza con el grifo, del que han salido varias lenguas de fuego en dirección al cráneo de la clienta, según han informado varios testigos de la peluquería Sensación, de Madrid.
La mujer ha respondido afirmativamente porque, en apariencia, y por la sonrisa fingida que ha puesto, le ha sabido mal corregir al peluquero. A continuación, la clienta se ha visto forzada a contraer aún más los músculos de su cara en una sonrisa aún más forzada cuando el peluquero le ha intentado masajear las diversas quemaduras de su cráneo al aplicarle el champú, cuya espuma ha sido aclarada luego con nitrógeno líquido, que puede alcanzar un frío de hasta -195,8 hrados centígrados.
Al cierre de la edición, las mismas fuentes han confirmado que González ha contestado “Sí, está bien, perfecto” cuando el peluquero le ha mostrado en un espejo cómo le ha rapado la parte posterior de la cabeza, que ahora es una costra supurante de quemaduras y zonas congeladas sin rastro alguno de pelo.