El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha dicho este viernes que el Ejecutivo comunitario propondrá finalmente la supresión del cambio de hora en la Unión Europea (UE), dejándola fija a las dos y cuarto de la tarde. Según fuentes comunitarias, lo que Bruselas planteará a los Estados miembros es permanecer en esta hora «que no es ni muy pronto por la mañana ni muy tarde por la noche, con ese cuarto de hora de margen para los que tienden a retrasarse un poco».
La Eurocámara ha sido la gran promotora de las conversaciones: en febrero instó a la Comisión a que evaluara la posibilidad de eliminar el cambio horario, y cerró la reunión a las dos y cuarto, adelantando ya la preferencia mayoritaria. «A nosotros nos da igual porque está siempre oscuro», certificaba Finlandia, señalando la ventaja «de que el acta de fallecimiento sea siempre a la misma hora cuando nos suicidamos». Los italianos, por su parte, advirtieron de su intención de «seguir ignorando la hora, sea cual sea».
Si prospera la nueva medida, los relojes pasarán a ser una pegatina con la inscripción «14:15». Se prevé reducir el estrés de los europeos más de un 80%, pues no tendrán que estar pendientes de la hora ni de si llegan tarde o demasiado pronto.
Bruselas espera confirmar el acuerdo comunitario mañana a las dos y cuarto de la tarde, y se espera que lo haga público pocas horas después, a la misma hora.