El consorcio Turisme de Barcelona ha reconocido en un breve comunicado que los turistas de origen chino que cada año visitan la ciudad condal para fotografiar el templo de la Sagrada Familia en realidad inmortalizan las grúas de las obras del monumento y no el monumento en sí. «Por algún error de traducción, creen que Gaudí fue el ingeniero que inventó la grúa, y acuden a fotografiar las máquinas, ignorando el resto», reza la nota difundida esta mañana.
«La basílica, para nosotros, es una ridícula construcción de piedra que se usa como ejemplo de lo que las grúas pueden llegar a hacer si se le echa imaginación», confirma un portavoz del Consulado General de la República Popular de China. «Nadie ha tenido la necesidad de hacer aclaraciones hasta ahora porque lo que importa es el interés que suscita la Sagrada Familia entre la población china, ya sea por su originalidad o por las grúas, que también están muy bien», añade.
El Ayuntamiento de Barcelona admite que la información que desvela hoy el departamento de turismo ya se conocía, y argumenta que «nadie nos ha asegurado nunca que los chinos seguirán acudiendo a la Sagrada Familia si les decimos que el valor está en el templo y no en la maquinaria de construcción». El numero de viajeros procedentes del gigante asiático aumentó un 33% el pasado año en España y la tendencia parece acelerarse, «no es cuestión de jugársela dándoles aclaraciones que pueden estropearlo todo», insisten desde el consistorio.
«Las grúas son preciosas, quizá nos falta esa mirada oriental para darnos cuenta», razonaba la alcaldesa Ada Colau en su perfil de Facebook, insinuando que las obras de construcción de la Sagrada Familia «podrían alargarse indefinidamente mientras siga existiendo la cultura china».