Los nuevos tiempos han obligado al hinduismo a actualizar la representación de sus dioses. A partir de esta semana, las esculturas e ilustraciones de Shiva deberán incluir un quinto brazo para que la deidad pueda mirar el teléfono móvil. En él, deberá leerse la frase यहाँ पीड़ा («Yahaan peeda»), que significa «Aquí, sufriendo», pues Shiva es el dios de la destrucción.
Hari Ramchandani, experto en hinduismo, reconoce que la medida ha desatado una gran polémica entre los creyentes, pero considera un acierto este intento de acercar la religión a las nuevas costumbres. «Según las enseñanzas de las Epopeyas y los Puranas, Shiva nos transmite que la muerte y la vida son puro cambio, por eso los cambios deben ser representados en la propia deidad», argumenta Ramchandani.
«Es mejor incorporar un quinto brazo que obligar a la divinidad a dejar el tambor en el suelo para hacerse un ‘selfie’ o responder una llamada de Brahma o de Vishnu, el brazo adicional permite que los demás símbolos tradicionales convivan intactos», explica.
Mientras el hinduismo se renueva, otras religiones siguen impermeables al cambio. En la pasada Semana Santa, un joven católico fue excomulgado por colocar en la muñeca de la virgen de Los Negritos una pulsera Fitbit para medir los pasos realizados durante la procesión. «La virgen ha quemado este año 874 calorías, es la más bonita y la más tonificada», escribió en su cuenta de Twitter, delatando la presencia de la pulsera, que había pasado inadvertida, y desatando la ira de los costaleros.