Cansado de los sistemáticos desprecios por parte de los catalanes hacia todo lo español, Alfredo Miñambres, natural de Majadahonda, ha empuñado hoy una bandera española sin darse cuenta de que ha sido fabricada en Girona y la ha empezado a agitar mientras llamaba al boicot a los productos catalanes.
“Que nadie les dé ni un céntimo”, ha dicho después de pagar nueve euros por la bandera, de los cuales cinco ya han ido a parar a la fábrica catalana que las produce. “A ver si así aprenden”, ha declarado mientras la etiqueta de “La petita botiga de la familia Capdevila” ondeaba junto al rojo y amarillo de la bandera española.
Alfredo reconoce haber tenido ya demasiada paciencia con los catalanes y, a pesar de no haber visitado nunca esa región, está dispuesto a boicotear todos sus productos hasta que se enteren de una vez por todas de que «no queremos que se vayan». Según testigos presenciales, Miñambres iba lanzando proclamas anticatalanas y se refrescaba la garganta con una botella de agua Lanjarón, ignorando que es también una marca catalana.
A última hora de la tarde, tras enterarse de que la bandera había sido fabricada en Cataluña, Alfredo la ha quemado y ha sido detenido por la Guardia Civil acusado de un delito de ultraje a España. En estos momentos, Miñambres se encuentra en prisión preventiva compartiendo celda con Jordi Cuixart.