En 20 millones de años, las mujeres ya nacerán con una mantita de lana de oveja adulta completamente desarrollada, según los últimos estudios científicos, que confirman que la evolución seguirá ese camino. «Es inevitable», sentencia el genetista Steve Jones.
«Las mujeres que disponen de una mantita de lana tienen más posibilidades de obtener calor y un entorno confortable mientras ven una serie. Esta ventaja adaptativa hará que, por medio de la selección natural, las mujeres en el futuro tengan una manta congénita. No es eficiente tener que apropiarse de una si se usa siempre», argumenta Jones.
Una manta de lana también es un buen mecanismo de defensa, añade Jones: «El hombre no puede deshacerla. Todo indica que se aflojará una esquina de la manta para que el hombre pueda poner un pie debajo».
Artículo original de De Speld.