Ya sea yendo a trabajar, manifestándose o haciendo los deberes del cole, los siete millones y medio de catalanes han logrado que todas y cada una de las actividades que desempeñan al cabo del día se lleven a término pensando en Cataluña, según han informado fuentes de toda la comunidad. Apoyen o no la independencia, los ciudadanos catalanes viven ya en una constante defensa de lo que cada cual considera que debe ser Cataluña.
“Desayuno por Cataluña, cojo el metro por Cataluña y luego trabajo como ejecutiva de cuentas en una agencia de publicidad por Cataluña”, explica Carla Badia, una ciudadana de Barcelona. “Luego salgo a comer una hora por Cataluña, mastico por Cataluña y vuelvo al trabajo hasta la hora de salir confiando en que todo eso será bueno para Cataluña y se percibirá como tal y me voy a dormir por Cataluña hasta mañana empezar de nuevo otra vez, también, como siempre, por Cataluña”.
Según diversos sondeos, gritar ‘Visca Catalunya’ se hace por Cataluña y gritar ‘Visca Espanya’ también se hace por Cataluña, así como pisar la calle o ir en bicicleta.
Jugar a la videoconsola, pelar mandarinas, encender o apagar la luz, calentar una pizza y levantarse en mitad de la noche gritando de pánico, antes actividades sin mayor trascendencia política, también son ahora maneras de apoyar Cataluña.
Según los catalanes, comprar zapatos, mover los muebles o ducharse serían actividades que ayudan a construir el país que cada cual considera óptimo para todos. “Hoy me he comido un bocadillo del tamaño de mi brazo y al principio pensaba que era demasiado grande pero he pensado que Cataluña nos necesita más que nunca y me lo he terminado”, explica Daniel Valls, de Lleida.
A última hora también se ha revelado que discutir con otros catalanes que difieren sobre lo que es Cataluña también se hace por Cataluña.