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Llevaba diez años viviendo con muebles de Ikea sin montar porque pensaba que «eran así»

"ME PARECÍAN INCÓMODOS PERO, COMO ERAN DE DISEÑO ESCANDINAVO, PENSÉ QUE ERA NORMAL", RECONOCE.

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Un vecino de Toledo llevaba diez años viviendo con muebles de Ikea sin montar porque pensaba que “eran así”. Antonio Sánchez, de 57 años, empezó comprándose una mesa, un armario y una cómoda en el año 2007 y no ha parado desde entonces. “Al principio me sorprendió ver que todos los muebles tenían la misma forma y eran de cartón, pero asumí que en Suecia, por el tema del frío, funcionaban así”, asegura.

Antonio empezó a sospechar que podía estar utilizando mal los productos cuando uno de los cartones se rompió al sentarse él encima y empezaron a salir un montón de tornillos de la caja. “Al encontrar las instrucciones de montaje empecé a atar cabos”, afirma. Antonio no se siente capaz de montar ahora todos los muebles que tiene porque padece de la espalda tras siete años durmiendo sobre un colchón enrollado. “Conciliar el sueño cuando duermes sentado sobre una especie de tubo con los pies colgando ha sido muy complicado”, denuncia.

Sin sacar los productos de la caja, a Antonio le llamó la atención el “uso excesivo de cartón” por parte de la empresa sueca, pero los precios asequibles y la aceptación general de la tienda le hicieron seguir comprando más. “Pensé que metían peso en las cajas de cartón para que los muebles no salieran volando”, se sincera. Antonio se ha habituado a hacer vida normal sobre las cajas y de momento no piensa cambiar. «Me parecían incómodos pero, como eran de diseño escandinavo, supuse que era normal”, reconoce. 

Esta no es la única confusión que ha causado problemas a este vecino de Toledo. Antonio tiene muy dañados los dientes porque estuvo muchos años comiendo comida congelada ignorando que hay que calentarla antes de su consumición. “El día que vi que en el envase aconsejaban meterla en el microondas cambió mi vida”, relata emocionado.

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