Harto de que sus padres lleven media hora dándole golpes en la espalda y susurrándole canciones ridículas al oído, una criatura de tres meses ha decidido finalmente simular un eructo para que le dejen irse a la cama en paz. El bebé también está intentando aprender a decir “papá” para que su padre deje de decirle “yo soy papá” como si fuera tonto.