El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado esta mañana que cada ciudadano recorre un mínimo de 15 veces el pasillo de su domicilio por la noche mientras tiene el cepillo de dientes en la boca y lo mueve enérgicamente. De hecho, los españoles recorren distancias mayores mientras se cepillan los dientes que durante el resto de la jornada.
«Desde que me cepillo los dientes tres veces al día en vez de dos, he adelgazado seis kilos», confirma Samuel Rico, uno de los ciudadanos que respondió la encuesta del INE. «Además, con el cepillo en la boca se me ocurren muchas cosas que hablar con mi pareja, así que empiezo a contarle mi jornada dejando el parqué lleno de salpicaduras», añade.
El caso de Samuel es habitual, según los expertos. «Los españoles prefieren comunicarse con sus familiares mientras tienen espuma en la boca que cuando pueden hablar sin obstáculos», sentencia el informe del INE. Paradójicamente, si alguien llama por teléfono, la persona que estaba hablando mientras se cepillaba los dientes no contesta la llamada porque no puede hablar, ya que se está cepillando los dientes. «Fuego lo fojo, forque afora eftoy fepillándome lof fientef», comenta normalmente la persona que se está cepillando los dientes.
También se han detectado excepciones a la tendencia general. «Hay personas que se enfundan en unos ridículos ‘leggins’ y salen a correr a las seis de la mañana. Todo para no tener que lavarse los dientes», certifica el INE.
Los expertos en higiene dental recomiendan llevar zapato cómodo y hacer media hora de estiramientos antes de cada cepillado.