La República Islámica de Irán ha decidido apostar de lleno por la exploración espacial con el objetivo de competir con las grandes potencias mundiales y expandir los límites del régimen islámico bajo el mando de su líder supremo, Alí Jamenei. La primera misión, consistente en enviar una sonda a Marte en busca de vida infiel, no ha obtenido los resultados esperados porque el velo situado en la parte superior del módulo espacial Fatemeh tapa todas las imágenes que se han recibido.
«La sonda Fatemeh ha fracasado por culpa del viento espacial, que agita el hiyab e imposibilita la toma de fotografías, por lo que será devuelta a la Tierra y lapidada por nuestros mejores astronautas», confirmaba esta mañana el presidente Irán, Hasán Rouhaní.
El gobierno iraní reconoce que las operaciones espaciales deberán diseñarse mejor con el fin de que las costumbres del pueblo no sean un obstáculo para la ciencia. De hecho, la sonda tardó diez veces más de lo previsto en alcanzar su destino por la necesidad de orbitar de cara a la Meca.
La agencia espacial de la república iraní mantendrá, eso sí, la orden de disparar contra cualquier forma de vida que no siga los preceptos islámicos.