La sanidad pública procurará un enfermo a aquellas familias españolas cuyos miembros gocen de plena salud. El objetivo es «combatir una situación desigual en la que algunas familias se hacen cargo de personas enfermas mientras que otras no disponen de ellas», en palabras de la ministra Dolors Montserrat, que ha dado así el pistoletazo de salida a su gestión al frente de la cartera de Sanidad.
En las próximas semanas, las familias que no cuenten con miembros afectados por una enfermedad que requiera hospitalización recibirán una carta con el nombre, el centro hospitalario y la habitación donde se encuentra el enfermo que les ha sido asignado por sorteo, así como los días y las horas de visita sugeridos.
Aparte de ofrecer «recursos a las familias españolas que no tienen a nadie de quien cuidar», los servicios de salud, según la ministra, «también saldrán ganando porque alguien se ocupará de todos esos pacientes que se acumulan en los pasillos de los hospitales». De todos modos, según ha insistido Montserrat, el objetivo principal de la medida es “ayudar a los ciudadanos que no pueden disfrutar del placer que se experimenta cuidando de alguien necesitado».
Tras anunciarse este nuevo servicio, el gobierno de la Comunidad de Madrid, encabezado por Cristina Cifuentes, ha prometido estudiar la posibilidad de llevar a los enfermos públicos a las casas de las familias beneficiadas “para evitarles incómodos desplazamientos”.