Cynthia Bold, canadiense embarazada de casi dos meses, ha decidido interrumpir su embarazo después de haber subido la foto de una ecografía a la red social Instagram en la que se aprecia el feto que está gestando. «Sólo ha obtenido tres ‘Me gusta’ y lleva ya dos horas publicada. Este bebé no es viral», certifica la mujer claramente decepcionada.
Tanto el ginecólogo como el entorno familiar de Bold, y especialmente el padre de la criatura, llevan horas intentando disuadir a la madre, que se niega a contar como válidos los comentarios positivos sobre la fotografía que sus familiares se han apresurado a dejar en Internet. «Este feto es incapaz de atraer audiencia y no quiero condenar a este niño a la frustración y a ser una de estas personas que ponen un dibujito o la foto de un gato en su perfil de Facebook porque son incapaces de transmitir magnetismo personal», argumenta.
«Mi hijo merece ser un ‘influencer’ como su madre», apunta Bold, que tiene un canal de YouTube con tutoriales de maquillaje. «Hay que escuchar a la audiencia y rectificar a tiempo. Puedo hacerlo mejor», explica.
Bold está acostumbrada a borrar de YouTube aquellos vídeos que no cumplen con sus expectativas ni con las de sus seguidores y asegura que este caso «no es distinto».
El padre de la criatura ha creado esta mañana una petición en la web Change.org con el fin de que los internautas presionen para que su esposa cambie de opinión. Ésta dice que se lo planteará «si consigue recoger diez mil firmas en las próximas cuatro horas y convertir el hashtag #WeLoveMartinBold en Trending Topic mundial».