El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha rechazado la petición de 68 atletas rusos y de su Comité Olímpico para participar en los Juegos de Río 2016, que se inauguran el 5 de agosto, por los escándalos relacionados con el dopaje. Tras conocerse la noticia, el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, ha quitado hierro al asunto asegurando que él mismo sustituirá a los atletas vetados.
Aunque el mandatario tiene una serie de compromisos políticos que le impiden competir hasta el 10 de agosto, Putin está dispuesto «a dar unos días de ventaja a los atletas de otros países, pues la van a necesitar».
«Sólo espero que la compañía aérea no pierda mi oso si no me lo dejan subir a la cabina», ha apuntado. El animal, de 675 kilos de peso, permitiría a Putin competir en las categorías de «lanzamiento de oso» y «lucha libre olímpica».
«Es mentalizarse y quererse de verdad, sano, ese cuerpo, tener potencia, ser feliz, quererte tú mismo a ‘querete’ tú mucho, porque quiere también al que tiene a tu ‘lao’ y todo sale de verdad de deporte», ha declarado el presidente y atleta olímpico.