Ian Wilmut, el que fuera punta de lanza en la defensa de la clonación y la investigación con células madre embrionarias, creador de la oveja «Dolly», ha admitido ahora, en una entrevista al diario Daily Telegraph, que clonó a «Dolly» porque quería hacer un trío.
«Tenía un pelaje sedoso que me atraía mucho y una mirada francamente sensual: era realmente única», explica sin rubor el científico, que convivió con el animal en el Instituto Roslin de Edimburgo «en los años más felices de mi vida». Wilmut reconoce que, como científico y como hombre, la ambición guía sus actos «y tras mi primer encuentro con ella quise más compañeras que fueran exactamente iguales».
«Fue el primer trío con animales íntegramente financiado por el Consejo de Investigación en Ciencia Biológica y Biotecnología del Reino Unido», apunta Wilmut. «Y más tendrían que financiar», agrega.
El colega de este reconocido experto, Keith Campbell, ya le había propuesto dos años antes clonar un ratón de laboratorio. Wilmut no mostró el más mínimo interés. «Necesité este flechazo para despertar en mí el ansia de conocimiento», explica. «Los tíos somos así», sentencia.
«Campbell me decía que era un tarado pero bien que se quedaba mirando y haciéndose pajas al fondo del laboratorio», asegura.
Ahora, el embriólogo, Miembro de la Royal Society Oficial de la Orden del Imperio británico, quiere seguir investigando con células madre. «Pero con una madre en concreto. La de un niño que va a la clase de mi hija, un poco rolliza, que lleva siempre un abrigo de piel que me recuerda mucho a Dolly», dice.