«¿Cómo va todo? ¿Bien?». Así ha saludado esta mañana el presidente en funciones, Mariano Rajoy, a los refugiados Demsas y Ahmad, naturales de Eritrea y Siria respectivamente, que se han beneficiado del plan de acogida del Gobierno de España. El mandatario los ha recibido en el Palacio de La Moncloa, donde les ha ofrecido una ducha y dos yogures desnatados.
Con algunas dificultades para hacerse entender, pero ayudándose de gestos e incluso dibujos, Rajoy ha conversado con los dos refugiados hablándoles de «la difícil situación por la que estamos pasando los españoles y concretamente yo, que no cuento con apoyos suficientes para una investidura». El presidente ha añadido que «no os podéis imaginar lo que estamos pasando, la presión mediática que sufrimos y lo complicado que es todo». «Pero bueno, saldremos adelante, ¿eh?», ha agregado sonriente.
El mandatario ha mostrado a «mis dos migrantes favoritos» las instalaciones de la residencia presidencial, incluyendo su propio despacho y la caja de los puros. Luego les ha ofrecido «jugar a la Play ahora que mi hijo no está y no se va a enterar» pero los refugiados han declinado el ofrecimiento.
Tras unos cinco minutos de incómodo silencio sentados los tres en un sofá frente a las cámaras de los periodistas, Rajoy ha acompañado a los invitados a la puerta, les ha regalado un mapa del metro de Madrid «para que se orienten» y ha insistido en darles cinco euros «para un bocadillo de jamón».
Se prevé que esta noche Demsas y Ahmad vayan a divertirse a El Hormiguero.