Después de cinco años sobreviviendo con comentarios y enlaces antiguos publicados por compañeros que se marcharon, Enrique Lauren, el último humano que quedaba en la red social Google Plus, ha sucumbido al aislamiento y la soledad y ha dejado de mandar señales a las 11:40, según fuentes de la compañía.
Sus últimos cuarenta comentarios, en los que repetía obsesivamente la frase «No por mucho madrugar amanece más temprano», evidenciaban su deterioro emocional pese a que también procuraba levantar su propio ánimo con mensajes motivacionales encontrados en la red.
«No estás solo, eres tú en compañía», se decía a sí mismo. Luego, en los comentarios, él mismo se llevaba la contraria: «Tío eres patético en serio», escribía como si fuera otra persona.
«Sorprende que su ego aguantara tanto tiempo sin estímulos nuevos, aferrándose únicamente a sus propios ‘selfies’, que comentaba con fingido entusiasmo», relata un trabajador de Google, que observaba periódicamente la decadencia personal del último usuario del sistema sin poder hacer nada por él.
«Me encuentro muy mal últimamente, ¿debo ir al médico? ¿qué pensáis?», preguntaba Enrique a principios de esta semana, consciente de que necesitaba una ayuda que nunca llegaría.
La compañía californiana se plantea convertir Google Plus en un espacio conmemorativo y dedicado a la memoria de este joven asceta, que se aisló de la sociedad en una red social.
«Queremos que la gente se acerque a mostrar sus respetos por nuestro último usuario, si es que queda alguien que recuerde la contraseña de su cuenta», informaba la empresa en su página web.