Cada vez es mayor el número de españoles que residen desde hace años en estaciones de bomberos y no se han percatado de ello. Te ofrecemos algunas pistas para que puedas identificar si tu domicilio particular es, en realidad, una estación de bomberos funcional, lo que a la larga podría empeorar el valor de tu vivienda y tu propia calidad de vida.
- Jamás ha habido un incendio en casa, cuando lo habitual en cualquier residencia particular de España es que haya 4 o 5 incendios de gran magnitud a la semana.
- Una vez por semana caes por un agujero en el suelo que conduce a una cochera.
- Los armarios son de metal y en ellos la ropa siempre es de invierno, muy pesada y con unos sombreros mejicanos horribles que tienen números en la frente.
- Sientes pitidos fuertes en los oídos de vez en cuando, como una sirena. Tras varios años los médicos no han encontrado cura.
- Cada año vienen a haceros fotos desnudos a tus compañros de piso y a ti para un calendario.
- En el teléfono de tu domicilio sólo recibes llamadas muy desagradables de gente gritando y no parecen comerciales de Jazztel. Las llamadas son a cualquier hora, también de noche, y te piden que vayas a visitarles y que lleves agua, aunque tú no les conoces de nada.
- En la cochera de tu hogar hay un coche que no sólo no es tuyo sino que es muy grande.
- En casa se habla de recortes presupuestarios todo el tiempo.
- A veces te despiertas en medio de la noche muy alarmado y con la imperiosa necesidad de apagar un incendio.
- La escalera para subir al segundo piso no está en el suelo, como en los domicilios normales. Está en el camión.
- No pagas alquiler pero te ves obligado a posar semidesnudo en calendarios para sufragar algunos gastos.
- Hay muchas personas durmiendo en tu habitación.
- Hay bomberos.
- Tú mismo eres bombero.