Fuentes de la Casa Blanca han confirmado hace unas horas que la Agencia Central de Inteligencia contactó varias veces con dirigentes de la organización terrorista Al Qaeda instándoles a destruir la estación de metro del World Trade Center de Nueva York diseñada por Santiago Calatrava.
«Se ve enseguida, son unos pinchos blancos», detalla la CIA en alguno de los mensajes que se han filtrado a la prensa. «No necesitaréis aviones ni nada, con que lo roce una avioneta o incluso un dron, el edificio se viene abajo», precisaban los estadounidenses.
«Incluso una paloma amaestrada. Basta con que se pose en uno de los pinchos», agregaban los agentes secretos, que terminaban sus misivas con un «Por favor, por favor».
El Gobierno americano llegó incluso a proponer un ataque coordinado para el próximo mes de abril, coincidiendo con la inauguración oficial del edificio. «Lo citamos a él a la hora que nos digáis y, cuando esté dentro con los canapés, nos salimos los demás y os hacemos una señal», pedía el Servicio Secreto, que adjuntaba mapas y fotos del arquitecto.
Tal es la desesperación de la Administración Obama que, cuando el líder de la célula de Al Qaeda Khatiba al-Quds respondió exigiendo la construcción de una mezquita en el terreno que dejara libre la estación, se le respondió que «por supuesto, siempre que el arquitecto sea otro».
«Ha costado muchísimo dinero. Si lo destruyeran, harían mucho daño a Occidente. Muchísimo. Por favor, por favor», ha declarado este mediodía el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, mientras daba una patada al edificio distraídamente con la esperanza de provocar una grieta fatal en su estructura.