Un año más, el método d’Hondt ha determinado el reparto de los décimos premiados del Sorteo de la Lotería de Navidad favoreciendo a las fuerzas mayoritarias.
Ya de buena mañana, varios interventores del Partido Popular y del PSOE se personaban en la administración de Luque (Córdoba) para reclamar el segundo premio, correspondiente al número 12775.
Los afortunados compradores de este número han tenido poco tiempo para celebrar su suerte. En Alicante y Logroño, la rapidez de los dos grandes partidos ha impedido que los premiados llegaran a descorchar el champán.
“Se nos ha quedado cara de tontos pero bueno, es la ley d’Hondt y la democracia en este país sigue este sistema. Hay que respetarlo”, admitía el lotero Miguel Molina, dueño de la administración cordobesa que ha repartido el segundo premio.
“Aunque los ciudadanos de a pie concentran muchos décimos en el conjunto del país, los premios se atribuyen por circunscripciones y los partidos que concentran sus décimos en pocas circunscripciones consiguen más premios pese a tener menos décimos en el conjunto del país”, explica un portavoz de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado.
En estos momentos, los líderes del Partido Popular y del PSOE siguen eufóricos el sorteo desde sus respectivas sedes y, como suele ocurrir, ambos se ven ganadores, un año más, de la lotería pese a que lo más probable es que tengan que pactar para repartirse el Gordo.
“Nunca toca. Es pura matemática” admitía apesadumbrado el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, mientras guardaba la botella de champán en la nevera certificando que “ya está todo el pescado vendido”.