Una redada policial ha forzado esta mañana el cierre del Club de la Comedia y la detención de varios de sus responsables, a los que se acusa de blanquear humor negro.
«Los monólogos llegaban puros pero luego se cortaban y se adulteraban para el consumo masivo», informa uno de los agentes, que corrobora que el material «acababa perdiendo todas sus propiedades iniciales».
Tras ser interrogados, algunos integrantes del club han admitido que a los chistes originales «se les añadían y quitaban cosas» pero acusan a la dirección de manipular las ocurrencias que luego provocaban risas falsas.
Los agentes han intervenido varios ordenadores en los que se han encontrado chistes sobre cocaína que luego se transformaban en comentarios sobre el exceso de peso de Falete. «Ha habido que cotejar todas las versiones de los guiones porque el resultado final era irreconocible tras haber pasado innumerables filtros», explica la Policía.
«Chistes sobre el VIH, sobre el sufrimiento, las minorías o la muerte misma acababan mezclándose con una amalgama de humor blanco que al final daba como resultado lo mismo de siempre, ocurrencias insípidas que se vendían como si fueran oro», reconoce uno de los miembros del club.
La Policía admite que estas prácticas son recurrentes y obedecen a intereses empresariales. «Si no se diluye, el humor negro puede provocar reacciones adversas», argumenta uno de los empresarios que financiaban el club, quien tendrá que responder a las acusaciones de estafa, mala praxis y trata de bromas blancas.