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Multan a una empresa que vertía becarios al río

LA PRESENCIA DE LICENCIADOS ALTERA EL ECOSISTEMA DE LA ZONA

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La Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña ha impuesto una multa de 15 mil euros a la empresa Jenkins&Co. por verter becarios residuales en el río Llobregat a su paso por la localidad de Sant Joan Despí.

Los jóvenes con becas ya expiradas se acumulaban en la orilla y alteraban el ecosistema de la zona, situación que ya había denunciado hace seis meses el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), que tuvo que retirar a doce becarios y trasladarlos a un master privado en gestión de empresas para que retomaran su ciclo formativo.

La ley prohíbe arrojar licenciados al agua

«Sus contratos son papel mojado y las empresas no los quieren para nada», explica un portavoz de la consejería, que recuerda que las compañías tienen que devolver a los becarios que ya no utilizan al domicilio paterno y que no hacerlo supone una infracción grave. «Muchos de ellos se reciclan en verano desempeñando trabajos temporales o hacen cursos de fotografía», recuerda el portavoz. «Es que ni siquiera separan a los de ciencias de los de letras, los mezclan y los tiran en cualquier lado», añade.

«Mira este. Seis personas han visto su perfil en Linkedin. No hay derecho que este aquí tirado, aún puede hacer cosas», lamentaba ayer uno de los agentes que colaboraba en la limpieza de la zona.

El sector empresarial, por su parte, señala los elevados costes de mantenimiento que supone gestionar la acumulación de becarios en sus instalaciones y argumenta que «son las universidades las que generan todo este excedente».

La Administración, sin embargo, recuerda que los beneficios fiscales que obtienen las empresas por admitir becarios «justifican la obligación de hacerse cargo de ellos y de prolongar su vida útil el mayor tiempo posible, aunque sea haciendo fotocopias o fingiendo que trabajan mientras miran el Facebook».

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