Tras juntar dos mesas para hacer sitio y depositar dos teteras, cinco tazas, varios platillos para tapar el vapor y un juego de coladores, fuentes de la cafetería Tarannà, en Barcelona, han informado que el camarero ha depositado hasta 15 aparatos de cocina después de que un cliente le haya pedido un simple té con leche.
“Cuando este émbolo baje, lo aprietas más; y aquí tienes el colador y pasas la infusión a esta taza”, ha explicado el camarero después de dar tres viajes desde la cocina.
“Ahora te traigo una regleta para que lo puedas enchufar todo”, le ha dicho al cliente.
“Esta tetera tiene agua caliente, esta de aquí tiene agua fría por si quema mucho, y luego echas el té en esta cosa metálica y puedes usar este temporizador para que no se te pase”, ha explicado el camarero del local. “La leche normal, la de soja y la semi”, ha añadido señalando el juego de jarritas con la leche.
“Si el agua se enfría puedes usar el hornillo de aquí y, si quieres, puedes someter el agua a un proceso de osmosis en este aparato que cuelga; luego bajas este palo y tiras fuerte de las cuerdas”, ha proseguido el camarero, facilitando todo tipo de esquemas para que el cliente supiera cómo terminar de preparar el té. “Cuidado con las poleas”, ha advertido.
“Aquí la balanza”, ha detallado el trabajador de la cafetería. “Azúcar de caña, azúcar normal, azúcar en cristales de caramelo…”, ha indicado.
“¿Quieres un embudo? Te traigo”, ha añadido, según las fuentes, sin que el cliente pudiera replicar nada.
A última hora, las fuentes han informado que ninguno de los treinta utensilios ha podido evitar que el cliente se quemara con el té hirviendo que ha salido de la tetera cuando ha intentado servirse.