El Ministerio de Medio Ambiente incluyó ayer miércoles al político no imputado en la lista de especies protegidas ante la amenaza que representan para esta especie de servidor público las investigaciones de la Fiscalía Anticorrupción.
«Se ha detectado un descenso brusco de este tipo de políticos porque los cazan en su hábitat natural y en muchos casos los encierran», ha explicado la ministra Isabel García Tejerina.
«Invertimos mucho dinero para limpiarlos y devolverlos a su entorno, pero no es sostenible a largo plazo», ha añadido.
Considerándose especie protegida, los políticos ni imputados ni investigados estarán a salvo de los procesos judiciales que contaminaban su trayectoria natural en la que campan a sus anchas, sin barreras de ningún tipo.
«Nadie quiere un país gobernado por corruptos. Dejemos, pues, de implicarlos en tramas ilegales. Nuestra intervención, y en especial la de los jueces, altera sus condiciones de vida y eso les pone muy tristes y ves cómo les cambia hasta el carácter», lamenta la ministra.
El Gobierno también limitará las observaciones y escuchas de estos políticos. «El interés por conocerlos y ver cómo son y cómo se comportan tiene que ser compatible con su tranquilidad. Muchas veces se sienten observados y aumenta su nivel de estrés», insiste García Tejerina.
