El creador de todas las cosas y padre de todos los hombres ha admitido esta mañana a fuentes cercanas a la divinidad que generalmente atiende antes los rezos de las mujeres atractivas que los del resto de la Humanidad.
“No lo puedo evitar, son mis ángeles”, ha dicho refiriéndose a los millones de chicas guapas que cada noche rezan un Padre Nuestro. En ocasiones también se refiere a ellas como “mis cielos”.
El Altísimo explica que escucha infinitos rezos al mismo tiempo pero que, “inevitablemente”, en su eterno conocimiento del mundo, percibe antes los de las chicas guapas. “Luego echo un ojo también al resto, no hay que preocuparse porque, como Dios, todo lo veo y todo lo siento, pero antes van los de las mujeres”, defiende.
El Todopoderoso confiesa también que ahora se arrepiente de no haber hecho a todas las mujeres igual de atractivas. “Hice muy bien a algunas personas y para el resto no me quedó tanto presupuesto; imagino que ahora lo haría distinto pero supongo que mis caminos son inescrutables y no debo cuestionarlos”.
“Si hubiera creado a todas las tías buenas no habría tías buenas, no sé si me explico. Mi Providencia actúa así”, ha explicado el Demiurgo.
“Bienaventuradas las jamelgas porque de ellas será el Reino de los Cielos”, ha dicho Dios para concluir a modo de broma. Justo después ha admitido también que, en el Más Allá, ha reservado un “cielo de las tías buenas” al que el resto de mortales no tiene acceso.