Con el aumento del consumo de productos españoles de tamaño desproporcionado, tanto a nivel nacional como en diversos países asiáticos, ha aumentado también la producción y exportación de uvas gigantes que se usan para fabricar las botellas de vino gigantes que hay en algunas bodegas y restaurantes.
Las ventas en el exterior de botellas gigantes alcanzaron los 3 millones de hectolitros (12 botellas) frente a los 2,3 millones (9 botellas) del ejercicio anterior, según los datos manejados por el Observatorio Español de los Mercados del Vino. Esta cifra supone el récord histórico de ventas en el exterior, motivado en parte por el mercado ruso.
Pese al tamaño, los vinos de las botellas gigantes son valorados por sumilleres de tres metros de alto que controlan la calidad del producto.
«La mayor parte de las uvas es de la variedad ‘Tempranote’, ‘Garnacha del 15’, y su zumo se extrae mediante pisado tradicional con personas de pies enormes y zapatillas J’Hayber”, ha aclarado un portavoz del Observatorio.
“Son vinos de alta calidad en cuyo etiquetado se especifica que contienen sulfotes”, ha añadido.
Las marcas líderes en este sector vinícola son Faustote XV, Marqués de Casta, Enote y Sangre de Saurio.