Temiendo que sus atrocidades sean descubiertas por los Reyes Magos esta noche, un niño de nueve años ha contactado con un grupo de rumanos para que le ayuden a desembarazarse de los cadáveres de varios peluches a los que supuestamente decapitó el año pasado en un arrebato de locura.
«Lleva unas semanas muy nervioso, encerrándose en su cuarto para hacer llamadas de teléfono. El otro día invitó a unos rumanos a casa. Nos dijo que eran amigos del cole, pero tenían como poco cincuenta años», explica el padre del crío.
El sospechoso, Alvarito Bosch, habría confirmado en el grupo de WhatsApp de sus amigos del colegio que está «con el agua al cuello».
Acusa a su hermana de iniciar una campaña de desprestigio
La hermana del acusado ha filtrado a la prensa unas imágenes aterradoras: una cama llena de ositos despellejados y varias muñecas Barbie desnudas y arrodilladas.
El acusado dice que las fotos están retocadas con el Paint y denuncia «una campaña de insidias para hundir mi reputación y quedarse con mis regalos de Reyes».
«Pedimos prudencia y que se eviten los juicios paralelos», ha solicitado la madre, que examinará las pruebas para determinar su autenticidad.
El representante legal de Alvarito Bosch, una fiel reproducción a escala de Predator, asegura que lo que está haciendo el crío «es todo legal» y que los peluches «se encuentran perfectamente». Pese a ello, no ha querido mostrarlos a la prensa alegando que son menores y hay que proteger su derecho a la intimidad.
Esta misma mañana, una misteriosa furgoneta ha aparcado frente al domicilio familiar y varios rumanos la han llenado de bolsas de El Corte Inglés que, supuestamente, se encontraban en la habitación del crío y contenían abundantes restos de material sintético.
Varios niños de cinco años disfrazados de policía han declarado que ellos no pueden hacer nada al respecto porque carecen de orden judicial.
