Después de que 15 becarios puros ardieran ayer en la pira ceremonial que el Banco Santander lleva a cabo cada tres meses para augurar los dividendos, la entidad ha anunciado que el precio del compromiso irrevocable de compra de los derechos asumido por el grupo será de 0,149 euros brutos por derecho.
“El fuego ha hablado: las llamas son furiosas e iluminan un camino esplendoroso. Será un buen trimestre, señor”, dijo el sacerdote rojo del Santander mirando a Emilio Botín después de que el fuego acallara los gritos de los jóvenes en prácticas.
“Se nota que los becarios llevan cada vez ropa más barata porque han ardido estupendamente, lo que predice que habrá cuantiosos dividendos este solsticio y el aumento de capital liberado será de 217 millones de acciones correspondientes al 1,88% del capital social”, declaró Botín al finalizar el acto.
“¡Oh, el importe nominal del aumento de capital será de 108,5 millones de euros, congratulémonos, oh!”, añadió entre los aplausos de los asistentes, justo antes de entonar unos rezos pidiendo al fuego purificador un aumento del capital liberado y la aniquilación definitiva de todos los enemigos del Santander.
El análisis de las cenizas ha determinado que el Banco Santander obtendrá además un beneficio anual de 4.370 millones de euros, un 0,90% más que en 2013, cuando unos becarios de mala calidad no ardieron bien y predijeron una perspectiva vaga y sin previsiones sobre el ratio «fully loaded», ofreciendo solo el 10,6% de «phase-in».
