Mario Guzmán, de 45 años, entró en una galería de arte el pasado tres de enero. Dos meses más tarde, se niega a marcharse hasta que logre entender el cuadro que está mirando.
Mario Guzmán, de 45 años, entró en una galería de arte el pasado tres de enero. Dos meses más tarde, se niega a marcharse hasta que logre entender el cuadro que está mirando.