Una libreta Moleskine confirmó ayer que simplemente no puede creer la cantidad de “delicadas anotaciones de sensaciones y ocurrencias” así como de “ideas para futuras novelas” que su dueña, María Suárez, de Barcelona, lleva anotando en sus páginas desde que la compró.
“La primera frase que escribió María fue ‘Título para novela: Primavera Suspicaz’ y a partir de ahí supe que esto no iba a ser fácil”, explica la libreta de 68 páginas, a la que le quedan 50 de ellas en blanco.
El pequeño bloc también ha perdido la cuenta de cuántos billetes de tren, entradas de concierto y papelitos “con otras brillantes ideas que se le ocurren cuando no me lleva encima” se ve obligada a sujetar con su débil goma.
“Cada vez que me abre en un bar pienso ‘Oh, allá vamos, veamos con qué me sorprende ahora’, y entonces a lo mejor dibuja a lápiz la taza de café que está tomándose”, se lamenta. “¿Ideas para cortometrajes? Tengo cientos. ¿Versos sueltos? Miles, hay de todo aquí dentro, pero todo malísimo”.
“Llegados a este punto, solo espero que me pierda en el autobús y que nada de esto llegue a desarrollarse jamás y no pase de aquí”, ha dicho.