Según diversos expertos, la anciana que tienes sentada ahora mismo delante en el autobús está buscando desesperadamente intercambiar alguna frase contigo, tal y como indica el hecho de que te esté mirando fijamente sin dejar de sonreír, buscando complicidad.
Es inminente.
La anciana, con toda seguridad, va a intentar iniciar una vía de conversación contigo con el pretexto, según los expertos, de que el autobús es mucho más agradable que el metro, dado que tiene más luz y puede verse el sol.
Probablemente, su estratégica frase, que pronunciará mirándote y esperando una respuesta, vaya a ser “Hay que ver qué bien se va en autobús”. Los analistas afirman que, una vez le respondas, tendrás que soportar hablar con la mujer «al menos durante cinco minutos”.
“No tiene ninguna posibilidad de evitar hablar con ella”, informan los expertos sobre tu situación dado que, según dicen, la desconocida anciana está a punto de intentar hablar contigo en cualquier momento, lo que confirma tus temores al 100%.
Los analistas han aconsejado también que no carraspees, pues la anciana tiene toda la pinta de llevar caramelos mentolados en el bolso para ofrecérselos a cualquier desconocido que tosa junto a ella y luego enseñarle fotos de sus nietos.
Al cierre de la edición, los expertos consultados han informado con sorpresa de que tu estrategia de ponerte a mirar el móvil fijamente parece haber funcionado y la anciana ha desistido de hablar contigo y se ha limitado a ver cómo se alejaba de ella la única posibilidad de recibir algo de calor humano en todo el día.